Encuentros cercanos...de no se que tipo.
Desde el día ayer por la tarde traigo estampada en cara un
sonrisita; si, una sonrisita, de esas estúpidas. El motivo:
una nueva persona.
Respondiendo a un par de preguntas que surgieron esporádicamente
por parte de unas amistades, no, no se trata de amor. Se trata de un momento, de
esos importantes en donde una mirada, una sonrisa, una pregunta te abre los
ojos a un nuevo universo infinito de experiencias, conocimientos, querencias de
todo tipo. Posiblemente, de un nuevo despertar. Y no…tampoco hablo de ilusiones.
Si bien dicen que la edad no importa para ciertas cosas,
considero que para algunas (muchas) si lo es. Esa acumulación de vida, de destreza
para enfrentar oleadas de cotidianidad, la pericia hasta para transformar una
simple palabra en un pensamiento complejo y perfectamente desglosado sin
titubeos, entre otras, no son de a gratis y varias (sino es que todas) se deben al a(ene)migo tiempo.
Por desgracia (o tal vez fortuna, según sea el fondo de la
botella por la que mire) cuando me topo con alguien que me lleva mas de 10 años
de vida en el planeta percibo que todo lo que he visto, oído, mi expresión oral
y corporal, las palabras que surgen de mi voz, el análisis y/o comprensión del
dialogo que mantenemos, todo lo que soy como individuo no se compara, y nunca
lo hará, con todo el trayecto que ha recorrido y con lo que es él en ese
instante; y que frente suyo soy nada. ¿Se entiende?.
¿Que es el miedo? no es más que una barrera propia que se
nos ha infundido desde la infancia, ¿Porque del miedo? por formar una autodefensa
a algo que desconocemos. Pues bien, eso es lo que en ocasiones siento cuando
estoy frente alguien así. El peor fallo al que no quiero llegar en el momento:
decir/hacer una pendejada; decir lo que se como si fuera “algo nuevo” y ser niña
ante sus ojos. Que difícil explicar los temores.
Pues bien, no fue más que un par de horas o menos y me
entusiasma. De algo me contagio porque no lo dejo de pensar y he ahí de donde
emana mi estúpida sonrisita.
Tus instantes congelados a través de tu lente es a esos resguardos
de una memoria material de aquesta señorita.
Somos […] un testimonio que nadie escucha.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment