A falta de algo…


Hoy en día muchas cosas ya están más que clasificadas dentro del adjetivo “efímero”, es importante mencionar que es una de las palabras que más me gustan y cada vez que puedo, la uso. Eso me causa mucho placer. 

Es bien cierto que dependiendo del contexto en el que sea ocupada la palabra, la cosa, el artefacto, la acción o el instante es catalogado dentro de esta gran vertiente del todo y la nada pasajeros  que se vive en la actualidad. 

El otro día conversaba de ello con alguien, no muy nuevo  pero si diferente, que se ha adentrado a mi cotidianidad, decíamos que muchas de las cosas materiales son hechas meramente para usarse y desecharse al momento de que dejan de ser útiles a nuestro beneficio, en especial hablábamos de un artefacto hecho de caucho, y sin chiste a mi parecer, ya deteriorado por el uso y traído desde Alemania según él, que desde el momento en que se rompe deja de ser usado, pero a diferencia de otros por la valoración adquirida es resguardado entre sus chucherías. 

Le dije que lo desechara, pero insistió en su “restauración”, mencionó algo relacionado a que hoy en día hay muchas cosas que son “efímeras” y “desechables”, y que cualquier cosa en efecto lo es, sobre todo las relaciones y que inclusive entre eso YO podría ser desechable. Algo se rompió dentro de mí, no supe cómo reaccionar al comentario.

Obviamente no se en que momento pasamos del adjetivo efímero al de desechado; no sé cuándo pasamos a algo pasajero y de corta duración a algo que ya no es aprovechable y puede tirarse (según la RAE).

Finalmente se realizaron  los procesos dignos (acto de ejecución pasajero) a devolverle su estancia funcional del mentado objeto de caucho, rescatándolo del desecho. 

Total que sigo pensando en ambos adjetivos, que podre diferenciar en acto seguido de una tarde (o noche) a su lado y del retorno de su estancia del otro lado de la barda.  Tiempo.






Mientras tanto permanece tan presente y ausente al mismo tiempo, como el resplandor de un rayo de luz cegador en una noche de otoño en la ciudad.









 

1 comment:

Cary said...

yo solita me comentare. Pa la chingada que duro la cosa, osea, todo fue un mendigo efímero instante .