Mala, mala… como el perejil sin lavar!
No he de negarlo, al contrario
creo que “aceptarlo” es el primer paso para trabajar en ello y cambiarlo, mi carácter
y humor no es el mejor de todos, y posiblemente a muchos les ha tocado o les
falta conocerlo, y digo, no es el caso de que sea necesario hacerlo, no.
Ha habido un sinfín de
situaciones en la vida mía que han sido factor para ello, probablemente no
todos sean la razón suficiente y sean solo un pretexto para comportarme de una
manera incorrecta, entra esas esta el ser grosera y un poco “hostil” o
agresiva, o indiferente. Lo cierto es que no soy una persona que se quede sin
hacer nada frente a ello y que de alguna manera reflejo mi malestar, e ahí que
mi humor sea muy “temperamental” como hace un día me lo dieron a conocer.
También hay mucha razón en que “no
por un año en el que he trabajado en ello, sea el suficiente para que me
reciban con los brazos abiertos” pero creo que el no aceptar que lo ha habido y
permanecer sin darse(me) una oportunidad
de demostrarlo, es ser prejuicioso. Y bueno, en parte están en todo su derecho
si tampoco quieren, ¿¡no!?.
Pienso que el hecho de que el
resto no lo acepte o tampoco permita, e inclusive ayude, a que eso suceda es un
poco frustrante, porque aunque no lo parezca eso también influye en el
comportar del resto del mundo, por mucho que sea problema de uno y sea uno
mismo con su soledad el que tiene que enfrentarse a eso. No se, creo que es como
quedarse callado ante una situación que no le parece, y eso es el pan de todos
los días aquí y en china, y no hacer nada al respecto.
No es que me falte una “nueva ilusión”
como algunos me lo han mencionado, o que por mi parte sea falta de T O L E R A N
C I A, C O M P R E N C I O N e inclusive R E S P E T O. Pero en ocasiones son
factores que no siempre pueden estar si se desconoce la situación o si tampoco hay
apoyo por la segunda, tercera o cuarta persona.
Son miles de cosas las que son
frustrantes para cada quien, y seguro si es cosa de que individualmente pelees
con tus monstruos internos (sobre todo), pero qué difícil es cuando las
personas que te rodean la mayor parte de tu tiempo no te permitan llegar a ello,
y al contrario te sigan prejuiciado con un pasado con el que tú mismo no
quieres recordar y que a diario te lo echan en cara como para no dejártelo olvidar
y trabajarlo, superarlo, perdonártelo y hacer que el resto te lo perdone.
Nadie dijo que vivir y convivir
con tus monstruos internos y externos al mismo tiempo, era sencillo.
Acábenme de matar,
páque me dejan herida?
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